Se coloca en un recipiente la levadura, la miel y el agua. Se mezclan los ingredientes, se deja fermentar por 5 minutos.
Incorporar la harina al agua, poco a poco, mezclando, sin dejar formar grumos. Finalizar añadiendo la sal.
Se coloca la mezcla sobre una superficie lisa y limpia. Plegar la masa sobre sí misma en repetidos movimientos. Durante 10 a 12 minutos.
La masa estará lista una vez que se vea homogénea. Y no se adhiera a la superficie.
Colocar una cucharadita de aceite de oliva en un bol grande y frotar todas sus paredes. Esto evitara que se pegue la masa.
Se reserva la masa dentro del bol, tapada con un paño húmedo o papel film.
Colocar el bol en un lugar cálido para dejar fermentar, por una hora o hasta que doble su tamaño.
Devolver la masa a la superficie lisa y con los puños de la mano hacer aplastar. Se deja reposar nuevamente en el bol bien tapada por 30 minutos más.
Extender la masa, hasta tener una superficie de unos 30 cm de diámetro. Una vez lista se coloca en el molde donde va a ser hornear y se deja reposar unos 10 minutos adicionales.
RELLENO:
Cortar el tomate en cuadros pequeños, antes retirar las semillas.
Cortar las hojas de albahaca finamente, agregar a los tomates con sal, pimienta y aceite de oliva.
Espolvorear el queso sobre la masa de pizza, hornear a 480 ºF/ 250 ºC.
Hasta que la masa dore y el queso gratine.
Con un pelador de papa sacar laminas del queso parmesano, reservar en un sitio fresco.
Retirar del horno y colocar el resto de los ingredientes frescos del relleno.